Toda asociación entre empresa y proveedor presenta riesgos. Sin embargo, los niveles de riesgo varían de una empresa a otra. Algunos contratistas y proveedores, cruciales para llevar a cabo las operaciones, representan un alto riesgo, mientras que otros cumplen un rol de menor relevancia y representan una menor amenaza para la continuidad del negocio. Una vez que se comprende dónde residen las posibles debilidades o vulnerabilidades y se mantienen las condiciones para gestionar cada una de ellas, es posible obtener beneficios tangibles.
La recopilación y el control de información financiera clave sobre los proveedores y los contratistas, como los ingresos, las referencias financieras, los planes de continuidad y las calificaciones de terceros, son fundamentales para minimizar los riesgos a los que se expone un negocio cuando recurre a una empresa externa.
¿Por qué las empresas deben evaluar la estabilidad financiera de los proveedores?
Al minimizar los riesgos financieros, se incrementa la confianza en el negocio
Por lo general, emplear a un contratista o proveedor requiere de una gran inversión inicial. Muchas veces, esto puede limitar el flujo de efectivo y la capacidad de la empresa para buscar otras posibles fuentes de ingresos. La financiación de un proyecto, contrapuesta por un fuerte retorno de la inversión, puede verse comprometida incluso si un solo proveedor fundamental no cumple un contrato predeterminado. Las empresas deben ser proactivas y evaluar la estabilidad financiera de sus socios con anticipación. De este modo, minimizan el riesgo financiero e incrementan la confianza comercial en cada proyecto.
Al identificar las áreas en las que se requiere diversificar los proveedores, usted mitiga los riesgos por falta de habilidades o conocimientos especializados.
Jugárselo todo a una carta y depender de un solo proveedor para disponer de productos que son esenciales para la empresa puede ser perjudicial para su negocio. Cuando, por algún motivo, un proveedor ya no está en condiciones de cumplir el contrato, la empresa receptora se ve afectada al no ser capaz de producir sus propios productos o servicios. Por el contrario, si la empresa puede obtener un producto o servicio especializados de diversas fuentes, aumenta su flexibilidad y su capacidad de respuesta ante eventos imprevistos como crisis financieras, cambios económicos mundiales o catástrofes naturales.
Fortalecer los vínculos dentro de la cadena de suministro permite reducir las demoras y ahorrar tiempo
En una cadena de suministro, un eslabón débil puede perturbar el flujo de los bienes y servicios. Esto ocasiona un “efecto dominó” que afecta a todos los proveedores y clientes. Cuando se garantiza la estabilidad financiera de varios proveedores, se destina menos tiempo a gestionar o reemplazar a un proveedor esencial pero poco confiable. Esto facilita que las empresas gestionen a los proveedores y proyectos de manera efectiva en etapas posteriores.
Si se mitigan los riesgos de la “entrega”, se mejora la atención al cliente
Cuando un negocio entrega los proyectos dentro del plazo acordado, satisface no solo a sus inversores y a las partes interesadas del proyecto, sino también a sus clientes. Al reducir tiempos y demoras, los clientes quedan más satisfechos, la buena reputación de la empresa crece, se concretan nuevos negocios o se renuevan los negocios exitosos, se desarrolla la marca de manera efectiva y se generan flujos de ingresos más seguros.
Para minimizar riesgos, es fundamental que las empresas evalúen la estabilidad financiera de sus proveedores. Al reunir información financiera clave de los proveedores, como ingresos, referencias financieras, planes de continuidad y calificaciones de terceros, se minimizan las amenazas que se derivan de una sociedad con una empresa externa. Obtenga más información sobre cómo Avetta puede ayudarlo a verificar a sus contratistas.
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